CARLOS MARX
Testigo y víctima de la primera gran crisis
del capitalismo (década de 1830) y de las revoluciones de 1848,
Marx se propuso desarrollar una teoría económica capaz de aportar explicaciones
a la crisis, pero a la vez de interpelar al proletariado a participar
en ella activamente para producir un cambio revolucionario.
La obra de Marx ha sido leída de distintas formas. En ella se incluyen
obras de teoría y crítica económica, polémicas filosóficas,
manifiestos de organizaciones políticas, cuadernos de trabajo y artículos
periodísticos sobre la actualidad del siglo XIX. Muchas de sus obras
las escribió junto con Engels. Los principales temas sobre los que trabajó
Marx fueron la crítica filosófica, la crítica política y la crítica de la
economía política.
Algunos autores pretendieron integrar la obra de Marx y Engels en un
sistema filosófico, el marxismo, articulado en torno a un método
filosófico llamado materialismo dialéctico. Los principios del análisis
marxista de la realidad también han sido sistematizados en el
llamado materialismo histórico y la economía marxista. Del
materialismo histórico, que sitúa la lucha de clases en el centro del
análisis, se han servido numerosos científicos sociales del siglo XX:
historiadores, sociólogos, antropólogos, teóricos del arte, etc. También ha
sido muy influyente su teoría de la alienación.
Otros autores, entre los que destaca Louis Althusser, argumentan
que los escritos de Marx no forman un todo coherente, sino que el propio autor,
al desarrollar sus reflexiones críticas sobre la economía política durante
la década de 1850, se desembarazó de su propia conciencia filosófica
anterior y comenzó a trabajar científicamente. Desde esta perspectiva no
existiría una ciencia marxista, sino un científico, Karl Marx, que fue un
pionero en la comprensión de los mecanismos fundamentales que rigen el
funcionamiento de la sociedad moderna, en especial con su reelaboración de
la teoría del valor, y cuya obra cumbre fue El Capital.
Las obras de Marx han inspirado a numerosas organizaciones políticas
comprometidas en superar el capitalismo. Por una parte, habría que señalar la
interpretación que han realizado los leninistas, partidarios de que una
vanguardia del proletariado, organizada en un partido revolucionario,
preparado, si es necesario, para trabajar en la clandestinidad, empuje a la
clase obrera a hacerse con el poder mediante la fuerza insurreccional de masas,
para así derrocar a sus antiguas clases opresoras y dominantes, la burguesía y
la aristocracia, expropiándolas de su control sobre el aparato de Estado y los
medios de producción, y procediendo a la construcción de un Estado obrero que,
además de instituir a aquélla como clase dominante, le permita avanzar hacia
el socialismo sociedad altamente igualitaria y solidaria, sobre la base de
la democracia obrera y la propiedad social sobre los medios de producción, y un
fuerte desarrollo productivo y cultural, con una economía planificada capaz de
suplir holgadamente las principales necesidades mayoritarias y la desaparición
de la división de la sociedad en clases, hasta llegar al comunismo
sociedad sin clases sociales y sin Estado, basada en un altísimo nivel de
civilización.
Por otra, la que realiza
la socialdemocracia, en
sus orígenes contraria a la táctica revolucionaria y partidaria de avanzar
hacia el socialismo a través de progresivas reformas parlamentarias (hay que
decir que la mayoría de partidos socialdemócratas han ido poco a poco
reformando sus planteamientos, hasta aceptar la economía de mercado). Otros
teóricos, como los del comunismo consejista son partidarios de la
toma del poder por parte de la clase obrera auto organizada y no por parte de
un partido.
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